Comprensión del trastorno específico del aprendizaje: guía DSM 5 y CIE-10
Trastornos específicos del aprendizaje son una realidad que afecta a un significativo número de niños y adultos. Estos desafíos pueden ser persistentes, pero con la ayuda adecuada, las personas afectadas pueden alcanzar su máximo potencial.
¿Quiénes son los principales autores que han definido el trastorno específico del aprendizaje?
La conceptualización de trastorno específico del aprendizaje ha sido influenciada por varios expertos a lo largo de los años. Kirk y Bateman son figuras destacadas en la historia del término, quienes en 1962 ayudaron a formalizar la categoría de "dificultades de aprendizaje". Años más tarde, el National Joint Committee on Learning Disabilities (NJCLD) proporcionó una definición ampliamente aceptada, resaltando la naturaleza neurobiológica de estas dificultades.
Estos esfuerzos colaborativos han permitido que entidades como el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) y la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10), publicadas por la American Psychiatric Association y la Organización Mundial de la Salud respectivamente, ofrezcan criterios claros y estandarizados para la identificación y clasificación de los trastornos específicos del aprendizaje.
El trabajo de estos autores y organizaciones ha sido fundamental en la mejora de la comprensión y el tratamiento de estos trastornos, proporcionando un marco para los profesionales que trabajan en el campo de la educación y la salud mental.
¿Cuáles son los principales tipos de dificultades en el aprendizaje según el DSM-5?
El DSM-5 caracteriza los trastornos específicos del aprendizaje como un grupo de desórdenes que incluyen problemas significativos en la lectura, escritura y matemáticas. Estas dificultades se manifiestan comúnmente como:
- Dislexia: Dificultades en la precisión y fluidez de la lectura y en la comprensión de textos.
- Discalculia: Problemas en la comprensión de números y en el cálculo matemático.
- Disortografía: Dificultades con la ortografía y la expresión escrita.
Estas categorías ayudan a identificar de manera más precisa las áreas en las que un individuo puede necesitar apoyo adicional, permitiendo una intervención educativa y terapéutica más enfocada.
Es importante mencionar que, para ser diagnosticado con un trastorno específico del aprendizaje según el DSM-5, las dificultades deben ser clínicamente significativas y persistir pese al esfuerzo y la práctica. Además, deben iniciarse durante los años escolares, aunque en algunos casos pueden no manifestarse completamente hasta que las demandas de aprendizaje superan las capacidades del individuo.
¿Qué criterios diagnósticos se utilizan para identificar el trastorno específico del aprendizaje?
Los criterios diagnósticos para el trastorno específico del aprendizaje se centran en identificar las dificultades significativas en el rendimiento académico. Estas incluyen:
- Problemas de aprendizaje y uso de habilidades académicas, evidenciados por la presencia de al menos una dificultad durante al menos seis meses, a pesar de intervenciones dirigidas a esas dificultades.
- Las habilidades afectadas están sustancialmente por debajo de lo esperado para la edad cronológica del individuo y causan interferencia en su rendimiento académico o en actividades cotidianas.
- Las dificultades comienzan durante los años escolares, aunque pueden no manifestarse plenamente hasta que las demandas exceden las habilidades del individuo.
- Las dificultades no se explican mejor por discapacidades intelectuales, problemas visuales o auditivos, otros trastornos mentales o neurológicos, adversidad psicosocial, falta de competencia en el idioma o instrucción educativa inadecuada.
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